Pablo exhortó a Timoteo a
estudiar las Escrituras para que pudiera estar «equipado para toda buena obra». Tú y yo necesitamos continuar con la misma
práctica.
![Una Biblia hecha a mano](http://img.noticiascristianas.me/reflexiones/2012/03/30/una-biblia-hecha-a-mano.jpg)
Jamal quería una Biblia desesperadamente.
Pero tenía un problema. Ya que vivía en un país del Norte de África, el cual era hostil a las Escrituras, le era casi imposible conseguir un
ejemplar de la Palabra de Dios que pudiera
llamar suyo.
Entonces a Jamal se le ocurrió una idea. Se dio
cuenta de que podía anotar los versículos que escuchaba en la lectura bíblica diaria que se hacía en SAT-7
(SAT-7 trasmite programas de televisión cristianos
a 21 países de habla árabe).
¡Dio resultado! Cada día, el dedicado creyente en Jesús anotaba cuidadosamente los versículos que escuchaba y veía en el programa de TV. Con el tiempo compiló su pila de
páginas en su propia «Biblia» hecha a mano.
Hoy, Jamal puede leer, memorizar y meditar en pasajes del Antiguo o del Nuevo Testamento en
cualquier momento que quiera. Su
pasión por tener su
propio ejemplar de la Biblia ha dado como resultado una versión provisional que él valora muchísimo.
Cuando
pienso en Jamal me pregunto qué habría hecho yo si hubiese estado en su lugar. ¿Hubiera tenido el
ardiente deseo de hacer mi propio ejemplar de las Sagradas
Escrituras?
Afortunadamente he sido criado en un país que me
permite estudiar
la Biblia, y cuento con
muchos ejemplares de ella en casa. Al igual que Timoteo,
fui criado en un hogar en el que se ponía a la Biblia en alto, y
donde yo aprendía de ella con regularidad.
Timoteo, criado en la antigua tradición judía, recibió una dieta constante de
la Torá: «Desde la niñez has sabido las Sagradas
Escrituras» (2 Timoteo 3:15). Pero aún necesitaba un mayor entrenamiento en el conocimiento de Dios y su Palabra.
Pablo lo exhortó a estudiar las Escrituras para que pudiera estar «equipado
para toda buena obra» (v.17). Tú y yo necesitamos continuar con la misma
práctica.
Tal vez hayas crecido acostumbrado a ver Biblias por todos lados. Has escuchado la
enseñanza de la Palabra
de Dios muchas veces. Pero al igual que Jamal,
tu corazón y tu mente necesitan desesperadamente alimentarse a diario de las verdades de
ella. ¿Dónde
está tu pasión?